“Rusia y Estados Unidos deberían estar juntos”. ¿Adónde nos lleva el reinicio de Donald Trump con Vladimir Putin?

La anterior administración de la Casa Blanca expulsó a decenas de diplomáticos rusos de Estados Unidos, incluyendo a quienes trabajaban en la misión rusa ante la ONU. Se cerraron los centros de visados ​​rusos en Nueva York y Washington. La guerra de Rusia con Ucrania ha reducido las relaciones bilaterales a contactos puramente técnicos. Se limitaron básicamente a intercambios de prisioneros, como cuando la estrella del baloncesto Brittney Griner fue intercambiada por el traficante de armas Viktor Bout en diciembre de 2022, o cuando el periodista del WSJ Evan Gershkovich y varias figuras de la oposición rusa fueron liberados en un importante intercambio el verano pasado.

Ahora la administración Trump aparentemente ha decidido restablecer las relaciones con la Rusia de Putin.

El anterior embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, regresó a Rusia en octubre del año pasado. Por alguna razón, el anfitrión del Kremlin esperó hasta marzo, después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, para nombrar a un sucesor. El miércoles, el nuevo embajador ruso en Washington presentó sus cartas credenciales a Donald Trump.

"Finalmente estamos pasando de los monólogos y la falta de diálogo, como ocurría con la administración anterior, a una conversación suficientemente pragmática. Las conversaciones no son fáciles, se ha acumulado mucha información", relató el nuevo embajador ruso, Alexander Darchiyev, sobre su breve encuentro con Trump. "A pesar de la buena química personal entre los presidentes, Trump también entiende que Rusia y Estados Unidos deben estar juntos", añadió.

Argumentó que ya se están realizando los primeros trabajos, no solo para normalizar la labor de las misiones diplomáticas, sino también para reanudar las conexiones aéreas directas (suspendidas tras el estallido de la guerra) y una posible reunión de los presidentes. Por ahora, ni Moscú ni Washington han dado una fecha aproximada para dicha reunión.

Mientras el nuevo embajador ruso en EE. UU. aseguraba, tras una conversación con Trump, que haría todo lo posible por mejorar las relaciones, la embajada estadounidense en Moscú anunció el fin de la misión en la capital rusa de Lynne M. Tracy, enviada por el presidente Joe Biden en 2023. No se descartaba que, al igual que la embajadora estadounidense en Kiev, Bridget A. Brink, quien fue destituida en abril, no compartiera la política actual de Washington hacia Moscú. Aún se desconoce a quién nombrará Trump como nuevo embajador.

Curiosamente, ese mismo día, el Secretario de Estado Marco Rubio envió un saludo a Moscú con motivo del Día de Rusia, que se celebra el 12 de junio. Esto hace referencia a los trabajos del primer Congreso de los Diputados del Pueblo de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia en 1990, durante el cual se anunció la declaración de soberanía del país.

Estados Unidos sigue dispuesto a apoyar al pueblo ruso en su búsqueda de un futuro mejor —escribió el jefe de la diplomacia estadounidense—. También declaró que Estados Unidos busca una cooperación constructiva con la Federación Rusa para lograr una paz duradera entre Rusia y Ucrania. «Esperamos que la paz contribuya al fortalecimiento de las relaciones mutuamente beneficiosas entre nuestros países», se lee en un comunicado dirigido a Rusia.

La última vez que Estados Unidos felicitó a los rusos por la festividad fue en 2021, antes de que estallara la guerra a gran escala en Ucrania, cuando el exsecretario de Estado Antony Blinken emitió una declaración.

Como ministro de un país en guerra, esta mañana me resultó especialmente desagradable leer los deseos públicos dirigidos al Estado agresor por parte de algunos países —comentó el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiha, quien estuvo en Roma el jueves. No especificó a qué países se refería.

¿Convencerán a Putin los nuevos gestos de EE. UU. y el acercamiento con Moscú a un alto el fuego en Ucrania, que Donald Trump lleva meses esperando? En Kiev no se hacen ilusiones.

Últimamente se han producido muchas reverencias similares hacia Rusia. Tras una conversación con Putin (en mayo, ed.), Trump lo llamó un "buen caballero". También argumentó que Rusia quería poner fin a la guerra. ¿Y qué resultado tenemos? El miércoles, Putin anunció que quería multiplicar por tres el número de fuerzas terrestres rusas. También está creando una gran fuerza de ataque en dirección a Járkov y está en marcha una ofensiva sigilosa en la región de Sumy, según declaró a "Rzeczpospolita" Mykhailo Pashkov, exdiplomático y experto en política exterior del Centro Razumkov de Kiev.

Todo esto demuestra que Rusia no busca ni remotamente una desescalada. Trump y Rubio siguen creyendo que, haciendo más concesiones a Rusia, convencerán a Putin de resolver el conflicto. En realidad, están siguiendo una política completamente distinta a la que Europa intenta seguir. De esta forma, están fortaleciendo a Viktor Orbán y Robert Fico», añadió.

No descarta que el actual reajuste en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se oculte tras planes de negocios conjuntos. "Trump ha mencionado repetidamente los 'recursos naturales ilimitados' de Rusia". Eso podría ser importante, cree el analista ucraniano.